Pedro

El sector automovilístico forma parte del consumo discrecional, pero suele analizarse por separado debido a su complejidad, su peso en la economía global y sus características específicas. Agrupa a los fabricantes de automóviles, motocicletas y vehículos comerciales, así como a sus proveedores de componentes. Es un sector muy intensivo en capital, con grandes necesidades de inversión en desarrollo, producción, redes de distribución y, cada vez más, en transformación tecnológica hacia vehículos eléctricos y conectados.

Desde el punto de vista del inversor, el sector ofrece oportunidades interesantes, sobre todo en marcas fuertes y bien posicionadas a nivel global como Ferrari, BMW o Mercedes-Benz Group, que operan con márgenes elevados y menor sensibilidad al precio. También hay valor en fabricantes que se están adaptando con éxito a la transición energética y digital, aunque el camino es incierto y costoso. Algunas empresas pueden beneficiarse del crecimiento en mercados emergentes o del auge de nuevas formas de movilidad, como el carsharing o los vehículos autónomos.

Sin embargo, los riesgos del sector automovilístico son considerables. La competencia es feroz, tanto entre fabricantes tradicionales como frente a nuevos actores como las empresas chinas emergentes. Además, los márgenes son ajustados para la mayoría de las marcas, y las inversiones necesarias para adaptarse a normativas medioambientales, conectividad y electrificación son enormes. A esto se suman los frecuentes cambios regulatorios: desde nuevas exigencias de emisiones hasta prohibiciones a futuro de motores de combustión, pasando por incentivos públicos que pueden desaparecer con cada ciclo político. Todo ello hace que planificar a largo plazo sea especialmente difícil.

En resumen, el sector automovilístico combina una fuerte presencia industrial, marcas reconocidas y alto volumen de negocio con una gran presión competitiva, elevada ciclicidad y una exposición muy significativa al riesgo regulatorio y tecnológico. Para el inversor, puede ser una fuente de rentabilidad si se eligen compañías eficientes y bien posicionadas, pero también exige un seguimiento constante y una alta tolerancia al riesgo.

Mercedes-Benz

Mercedes-Benz es uno de los fabricantes de automóviles más prestigiosos del mundo y un emblema de la ingeniería alemana. Con sede en Stuttgart y operaciones globales en más de 150 países, se especializa en vehículos de alta gama, automóviles eléctricos, soluciones de movilidad y servicios financieros. Su gama abarca desde turismos y SUVs hasta vehículos comerciales ligeros, con una fuerte apuesta por la innovación en diseño, seguridad y eficiencia. Esta diversificación de productos y mercados le permite adaptarse a distintos entornos económicos y ciclos de consumo.

Una de las grandes fortalezas de Mercedes-Benz es su capacidad de innovación tecnológica en un sector altamente competitivo. Su estrategia actual se centra en la electrificación de su gama (Mercedes EQ), la digitalización del vehículo y la conducción autónoma, con desarrollos avanzados en software y conectividad. Además, su modelo de negocio combina ventas directas, leasing y financiación a través de Mercedes-Benz Mobility, lo que le proporciona estabilidad de ingresos y fidelización del cliente. Sin embargo, como fabricante automovilístico global, está expuesto a la volatilidad de los costes logísticos, a la regulación ambiental cada vez más exigente, a la feroz competencia china en vehículos eléctricos y a la dificultad de mantener márgenes elevados en un contexto de transición tecnológica acelerada.

Desde el punto de vista del inversor, Mercedes-Benz cotiza actualmente a un PER de alrededor de 6, con una rentabilidad por dividendo cercana al 8 %. Aunque estos niveles pueden parecer muy atractivos, no deben interpretarse como una ganga. El mercado descuenta con ese precio las crecientes dificultades que afronta el sector: el encarecimiento de la fabricación por la electrificación, la presión sobre los precios en mercados clave, la incertidumbre geopolítica en regiones donde tiene presencia significativa y el riesgo de que los beneficios actuales no sean sostenibles a medio plazo. En este sentido, se trata de una inversión con potencial de retorno elevado, pero también con riesgos estructurales que no deben subestimarse.

El único inconveniente para el inversor español es el tratamiento fiscal del dividendo. Al tratarse de una empresa alemana, los dividendos están sujetos a una retención en origen del 26,375 %. Para evitar una doble imposición excesiva, el inversor debe solicitar a la Hacienda alemana la devolución del exceso retenido, tal como se explicó anteriormente en el caso de otras empresas cotizadas en Alemania. Aunque es un trámite viable, puede resultar engorroso para el pequeño inversor si no está familiarizado con el procedimiento. En otras secciones de esta web explicamos cómo hacerlo.

BMW

BMW (Bayerische Motoren Werke) es uno de los fabricantes de automóviles premium más reconocidos a nivel mundial y un símbolo de la ingeniería alemana de precisión. Con sede en Múnich y operaciones en más de 140 países, el grupo produce automóviles bajo las marcas BMW, MINI y Rolls-Royce, además de motocicletas BMW Motorrad. La compañía combina diseño, alto rendimiento y tecnología avanzada, y cuenta con una sólida presencia tanto en Europa como en Norteamérica y Asia. Su modelo de producción global y su enfoque en vehículos de gama media-alta le permiten mantener una posición privilegiada dentro del segmento premium.

Una de las principales fortalezas de BMW es su compromiso con la innovación y la transición energética. La compañía está invirtiendo intensamente en electrificación, con la gama BMW i y varios modelos híbridos enchufables. Además, ha adoptado una estrategia de arquitectura flexible, que permite fabricar en la misma línea tanto vehículos de combustión como eléctricos. Esto le otorga una ventaja operativa durante el periodo de transición hacia la movilidad eléctrica. No obstante, BMW también debe enfrentar desafíos relevantes, como el aumento de los costes de materias primas, la competencia directa de nuevos actores tecnológicos, las crecientes exigencias regulatorias y la incertidumbre en torno al ritmo de adopción del vehículo eléctrico por parte del consumidor.

Desde el punto de vista del inversor, BMW cotiza actualmente a un PER cercano a 8 y ofrece una rentabilidad por dividendo de alrededor del 5 %. Se trata de una valoración razonable dentro del sector automovilístico europeo, que refleja tanto su solidez financiera como los riesgos inherentes al proceso de transformación que vive la industria. El dividendo de BMW se considera estable y bien cubierto por los beneficios, pero el mercado mantiene cierta cautela ante la posibilidad de que la rentabilidad futura pueda verse presionada si se intensifican los retos mencionados. La acción ofrece un equilibrio entre ingresos por dividendo y exposición a la evolución del sector de la movilidad del futuro.

Como ocurre con otras empresas alemanas, el inversor español debe tener en cuenta el tratamiento fiscal del dividendo. Los pagos están sujetos a una retención en origen del 26,375 %, por lo que es necesario solicitar a la Hacienda alemana la devolución parcial para evitar una doble imposición excesiva. Aunque es un trámite factible, puede resultar laborioso para quienes no estén familiarizados con el procedimiento. En otras secciones de esta web explicamos los pasos necesarios para realizarlo correctamente.

Volkswagen

Volkswagen es uno de los fabricantes de automóviles más importantes y reconocidos a nivel mundial, y un referente en la industria automotriz alemana. Con sede en Wolfsburg y operaciones en más de 150 países, Volkswagen es la matriz de un conglomerado que incluye marcas icónicas como Audi, Porsche, Lamborghini, Bentley, Bugatti, SEAT y Škoda. Su gama de vehículos abarca desde coches compactos y sedanes hasta SUVs y vehículos de lujo, siempre destacando por su calidad, fiabilidad y tecnología avanzada. La compañía también ha comenzado a hacer una fuerte apuesta por los vehículos eléctricos con su línea ID, mostrando su compromiso con la transición hacia una movilidad más sostenible.

Una de las características que distingue a Volkswagen es su capacidad para adaptar la innovación a un amplio abanico de mercados. Además de ser líder en la producción de vehículos tradicionales, la empresa ha invertido fuertemente en la electrificación de su flota y en la investigación de nuevas tecnologías, como la conducción autónoma y la conectividad de los vehículos. Volkswagen está también desarrollando su infraestructura de recarga de vehículos eléctricos y ha trabajado en estrecha colaboración con gobiernos y otras empresas del sector para acelerar la adopción de la movilidad eléctrica a nivel global. Esta diversificación le permite mantenerse competitiva en un mercado cada vez más regulado y en evolución.

Desde el punto de vista de los inversores, Volkswagen es una empresa que cotiza a precios relativamente atractivos, con un PER de alrededor de 6 y una rentabilidad por dividendo que ronda el 7 %. Aunque estos niveles pueden parecer interesantes, también reflejan los desafíos a los que se enfrenta la compañía. La transición hacia los vehículos eléctricos, la necesidad de cumplir con las estrictas normativas medioambientales y los costos asociados con la electrificación están presionando los márgenes de beneficio. A ello se suman los riesgos derivados de la competencia creciente de marcas chinas en el segmento de vehículos eléctricos y la incertidumbre económica global, que podrían afectar las proyecciones de crecimiento a largo plazo. Sin embargo, Volkswagen sigue siendo un jugador clave en la industria automotriz con un sólido modelo de negocio diversificado.

Para el inversor español, los dividendos de Volkswagen están sujetos a una retención en origen del 26,375 %, dado que es una empresa alemana. Esto puede resultar un inconveniente si se desea evitar una doble imposición, por lo que el inversor deberá solicitar la devolución del exceso retenido a la Hacienda alemana. Aunque este procedimiento es relativamente sencillo, puede ser algo tedioso para aquellos inversores menos familiarizados con la burocracia internacional. En otras secciones de esta web explicamos cómo realizar este trámite de manera efectiva.

Stellantis

Stellantis es uno de los mayores grupos automovilísticos del mundo, resultado de la fusión entre PSA Group (Peugeot, Citroën, Opel) y Fiat Chrysler Automobiles (FCA), completada en enero de 2021. Con sede legal en los Países Bajos y operativa en más de 130 países, Stellantis agrupa 14 marcas emblemáticas como Peugeot, Fiat, Jeep, Opel, Citroën, Dodge, Chrysler, Alfa Romeo y Maserati. Su presencia industrial es especialmente fuerte en Europa y Norteamérica, con fábricas clave en España (Vigo, Zaragoza, Madrid), Francia, Italia y Estados Unidos.

Una de las principales fortalezas de Stellantis es su capacidad para gestionar una cartera de marcas diversa y adaptarse a distintos segmentos del mercado. El grupo ha lanzado plataformas modulares como STLA Small y STLA Medium, que permiten producir vehículos eléctricos, híbridos y de combustión en las mismas líneas de montaje. Además, Stellantis está invirtiendo en electrificación, software y servicios de movilidad a través de su plan estratégico "Dare Forward 2030". Sin embargo, enfrenta desafíos significativos como la competencia creciente de fabricantes chinos, la presión regulatoria sobre emisiones, la necesidad de acelerar la electrificación y problemas operativos en Estados Unidos, donde ha acumulado inventarios no vendidos y ha tenido dificultades para adaptarse al mercado eléctrico.

Desde el punto de vista del inversor, Stellantis cotiza actualmente a un PER de aproximadamente 6 y ofrece una rentabilidad por dividendo cercana al 8 %. Aunque estos indicadores pueden parecer atractivos, reflejan las preocupaciones del mercado sobre la sostenibilidad de sus beneficios. Recientemente, la compañía emitió una advertencia de beneficios, señalando que podría quemar hasta 10.000 millones de euros en efectivo este año y que su margen operativo podría caer a cero en la segunda mitad de 2024. Estas circunstancias han llevado a analistas como Barclays a reducir sus estimaciones de EBIT en un 33-45 % y a cuestionar la capacidad de Stellantis para mantener su dividendo y programas de recompra de acciones. El CEO, Carlos Tavares, ha indicado que es demasiado pronto para confirmar el dividendo de 2025, lo que sugiere una posible revisión a la baja en el futuro próximo.

En cuanto a la fiscalidad, Stellantis cotiza en las bolsas de París (Euronext) y Nueva York (NYSE), bajo el ticker STLA. Para los inversores españoles, los dividendos de acciones adquiridas en Francia están sujetos a una retención en origen del 25 %. La normativa fiscal española permite deducir hasta un 15 % en la declaración del IRPF, por lo que el 10 % restante debe reclamarse directamente a la Hacienda francesa, un trámite viable pero potencialmente complejo si no se conocen bien los procedimientos. Sin embargo, Stellantis permite mantener las acciones en modalidad nominativa pura, lo que facilita la comunicación directa con la empresa y da acceso a su programa de fidelidad para accionistas. Esta modalidad puede gestionarse a través de Société Générale Securities Services (SGSS), entidad encargada del registro nominativo en Francia. Aunque algunas empresas permiten una retención reducida sobre los dividendos cuando las acciones están registradas en nominativo y se presentan los certificados fiscales correspondientes, en el caso de Stellantis no se ha confirmado oficialmente una reducción automática respecto al 25 %.

Ferrari

Ferrari es una de las marcas más icónicas del sector automovilístico mundial, sinónimo de exclusividad, alto rendimiento y diseño italiano. Con sede en Maranello, Italia, Ferrari produce automóviles deportivos de lujo con una orientación clara hacia la excelencia técnica y la artesanía. La empresa opera en más de 60 países y combina una producción limitada con una demanda estructuralmente superior a la oferta, lo que le permite mantener márgenes elevados y un posicionamiento de lujo único en el sector.

Una de las principales fortalezas de Ferrari es su modelo de negocio centrado en la escasez controlada y la fidelidad de sus clientes. La marca no solo vende automóviles, sino también experiencias, licencias, servicios financieros y productos derivados que refuerzan su identidad y rentabilidad. Ferrari está además invirtiendo en innovación tecnológica, electrificación selectiva (con su primer modelo híbrido, el SF90 Stradale, y un eléctrico previsto para 2025) y sostenibilidad, aunque sin renunciar al sonido, la emoción y la herencia que la definen. A diferencia de otros fabricantes, Ferrari no depende de grandes volúmenes, lo que la protege frente a la volatilidad de la demanda global.

Desde el punto de vista del inversor, Ferrari cotiza con una prima significativa respecto al resto del sector automovilístico. Su PER suele situarse por encima de 40, reflejo de su rentabilidad, su crecimiento sostenido y su carácter de marca de lujo más que de fabricante tradicional. Aunque la rentabilidad por dividendo es modesta —alrededor del 1 %—, la empresa compensa con una generación de caja muy sólida, recompra de acciones y una política financiera prudente. Ferrari se considera más comparable a empresas del sector del lujo como Hermès o LVMH que a otros fabricantes de automóviles, lo que la convierte en una opción atractiva para perfiles inversores orientados al crecimiento con baja exposición cíclica.

En cuanto a la fiscalidad, Ferrari cotiza en la Bolsa de Milán (Euronext Milan) bajo el ticker RACE, y también en la Bolsa de Nueva York (NYSE). Para los inversores españoles que adquieran las acciones en Italia, los dividendos están sujetos a una retención en origen del 26 %. La legislación española permite deducir hasta un 15 % en la declaración del IRPF, por lo que el 11 % restante debe reclamarse a la Hacienda italiana. Este proceso es legalmente viable, pero puede resultar complejo si no se conocen bien los pasos a seguir ni se dispone de los adecuados.

Tesla

De Tesla hemos hablado en la sección de burbujas, allí puede encontrar la información básica sobre esta empresa.

Toyota

Toyota es el mayor fabricante de automóviles del mundo por volumen de producción y ventas, y una de las empresas más influyentes de la industria automotriz global. Con sede en Japón y presencia en más de 170 países, Toyota produce vehículos bajo varias marcas, entre ellas Toyota y Lexus. Su liderazgo abarca desde automóviles de combustión hasta híbridos, híbridos enchufables y modelos de pila de hidrógeno, consolidándose como pionera en movilidad sostenible desde el lanzamiento del Prius en 1997.

Una de las grandes fortalezas de Toyota es su enfoque en la eficiencia operativa y la mejora continua, basado en el sistema de producción Toyota (lean manufacturing), que ha sido adoptado como referencia en todo el mundo. Además, mantiene una posición financiera muy sólida, con una elevada generación de caja y un bajo nivel de endeudamiento. Toyota apuesta por una estrategia tecnológica diversificada: mientras otros fabricantes se centran exclusivamente en el coche eléctrico a batería, Toyota explora soluciones paralelas como el hidrógeno, la electrificación híbrida y el desarrollo de nuevas plataformas modulares. Esta visión multitecnológica le permite adaptarse a mercados con distintos niveles de madurez y restricciones regulatorias.

Desde el punto de vista del inversor, Toyota cotiza a múltiplos moderados para una empresa de su tamaño y estabilidad. Su PER se sitúa generalmente entre 10 y 12, reflejando un equilibrio entre valor y crecimiento sostenido. La rentabilidad por dividendo ronda el 2,5 % al 3 %, con una política de reparto prudente pero consistente. Toyota es una opción interesante para quienes buscan exposición global al sector de la movilidad, con una empresa que combina innovación, estabilidad y capacidad de adaptación a largo plazo.

Toyota cotiza en la Bolsa de Tokio y en la Bolsa de Nueva York (NYSE) bajo el ticker TM. Para los inversores españoles que adquieren las acciones en Japón, los dividendos están sujetos a una retención en origen del 15,315 %. Esta cantidad puede deducirse casi íntegramente en la declaración del IRPF, por lo que no suele ser necesario tramitar la devolución del exceso retenido. Si las acciones se adquieren en EE. UU., se aplica una retención fiscal del 15 %, también deducible en España. En ambos casos, Toyota ofrece una fiscalidad más sencilla que la mayoría de los valores europeos, lo cual puede ser una ventaja operativa para el pequeño inversor.

Las acciones de Toyota que cotizan en la Bolsa de Nueva York bajo el ticker TM son American Depositary Shares (ADS), que representan dos acciones ordinarias de Toyota, depositadas en Japón. Estas ADS son emitidas y gestionadas por un banco depositario en EE. UU., lo que permite a los inversores internacionales comprar acciones de Toyota en dólares estadounidenses dentro del mercado norteamericano.

Una duda habitual entre los inversores españoles es si al adquirir estas ADS en Nueva York se puede incurrir en una triple retención fiscal: una en Japón, otra en EE. UU. y otra en España. Afortunadamente, esto no ocurre. Aunque las acciones originales están depositadas en Japón, los dividendos distribuidos a través de las ADS están sólo sujetos a la retención fiscal japonesa, que es del 15,315 %, conforme al convenio de doble imposición entre Japón y España.

Esta retención del 15,315 % se aplica directamente sobre los dividendos en yenes antes de ser convertidos a dólares por el banco depositario y enviados al titular de las ADS. En Estados Unidos no se aplica ninguna retención adicional, ya que la fuente del dividendo es japonesa, no estadounidense. Por tanto, los inversores españoles que adquieran ADS de Toyota en Nueva York no sufren doble retención en origen.

En la declaración del IRPF en España, el inversor puede deducir hasta un 15 % de la retención sufrida en origen (Japón), conforme a la normativa fiscal española. El pequeño exceso de retención (el 0,315 %) no es deducible y, en la práctica, se considera un coste fiscal mínimo. Esto significa que la fiscalidad de las ADS de Toyota es mucho más sencilla y eficiente que la de muchas empresas europeas, donde suele ser necesario reclamar devoluciones por retenciones excesivas.

En resumen, invertir en Toyota a través de sus ADS cotizadas en Nueva York es una forma cómoda y fiscalmente clara para el inversor español. La gestión de dividendos está bien estructurada, la retención es única y automática, y no es necesario iniciar procesos complejos de recuperación fiscal en el extranjero, como ocurre con acciones de empresas francesas o italianas.

Honda

Honda es uno de los fabricantes de automóviles más importantes a nivel mundial, conocido por su innovación y diversidad de productos. Con sede en Japón, Honda produce vehículos bajo varias marcas, incluyendo Honda y Acura. La compañía ha sido pionera en la creación de automóviles híbridos y eléctricos, destacándose por modelos como el Honda Clarity y el Honda Insight. Además, Honda tiene una fuerte presencia en el sector de motocicletas y motores fuera de borda, consolidándose como un gigante de la movilidad global.

Una de las grandes fortalezas de Honda es su enfoque en la ingeniería de precisión y la fiabilidad. La compañía ha logrado mantenerse competitiva a través de una excelente relación calidad-precio, junto con una política de innovación continua que abarca desde motores de combustión hasta vehículos eléctricos. Honda también es conocida por su capacidad de adaptación a los cambios del mercado y por ofrecer una amplia gama de modelos que van desde autos compactos hasta SUVs y vehículos de lujo bajo la marca Acura.

Desde el punto de vista del inversor, Honda cotiza a múltiplos razonables, reflejando un equilibrio entre valor y crecimiento sostenido. Su PER se encuentra típicamente entre 10 y 13, lo que sugiere una valoración prudente para una empresa de su tamaño y estabilidad. La rentabilidad por dividendo se sitúa en torno al 3%, con una política de reparto moderada pero consistente. Honda representa una opción atractiva para quienes buscan exposición al sector automotriz, combinando fiabilidad, innovación y una visión estratégica a largo plazo.

La fiscalidad de las acciones de Honda es igual que para Toyota, aplicándose una retención en origen sobre los dividendos, que puede ser deducida en la declaración del IRPF en España.

Las acciones de Honda que cotizan en la Bolsa de Nueva York bajo el ticker HMC son American Depositary Shares (ADS), que representan dos acciones ordinarias de Honda, depositadas en Japón. Estas ADS son emitidas y gestionadas por un banco depositario en EE. UU., lo que permite a los inversores internacionales comprar acciones de Honda en dólares estadounidenses dentro del mercado norteamericano.

La retención fiscal sobre los dividendos de las ADS de Honda es similar a la de Toyota, con una única retención en origen en Japón, que se deduce en la declaración del IRPF en España. No se aplica una doble retención fiscal en EE. UU. ni en Japón, lo que simplifica la gestión para el inversor español.

En resumen, invertir en Honda a través de sus ADS cotizadas en Nueva York es una forma conveniente y fiscalmente eficiente para el inversor español, sin complicaciones adicionales en el proceso de recuperación fiscal.

Hyundai

Hyundai es uno de los principales fabricantes de automóviles del mundo, reconocido por su innovación y calidad. Con sede en Corea del Sur, Hyundai produce vehículos bajo la marca Hyundai y también a través de su filial Kia. La compañía se ha destacado por su enfoque en la sostenibilidad, el desarrollo de vehículos eléctricos y la creación de modelos de vanguardia, como el Hyundai Ioniq y el Kona Electric. Hyundai ha logrado posicionarse como líder en la industria automotriz global, ofreciendo una amplia gama de vehículos, desde modelos compactos hasta SUVs y vehículos de lujo.

Una de las grandes fortalezas de Hyundai es su capacidad para combinar diseño moderno con tecnología avanzada. La empresa ha logrado mantenerse competitiva mediante una sólida estrategia de innovación, que incluye desde motores de combustión hasta opciones de movilidad sostenible como vehículos híbridos y eléctricos. Además, Hyundai continúa ampliando su presencia en mercados emergentes, adaptándose a las necesidades de los consumidores a nivel global.

Desde el punto de vista del inversor, Hyundai cotiza a múltiplos atractivos, lo que refleja un equilibrio entre valor y crecimiento sostenido. Su PER se sitúa generalmente entre 7 y 9, lo que sugiere una valoración razonable para una empresa de su tamaño y estabilidad. La rentabilidad por dividendo de Hyundai ronda el 2 % al 3 %, con una política de reparto estable, lo que la convierte en una opción interesante para los inversores que buscan exposición al sector automotriz y a una empresa con visión de futuro.

En cuanto a la fiscalidad, Hyundai cotiza en la Bolsa de Seúl, pero no cotiza directamente en la Bolsa de Nueva York mediante ADS como Toyota o Honda. Por lo tanto, los inversores interesados en adquirir acciones de Hyundai deben hacerlo a través de plataformas que ofrezcan acceso a la Bolsa de Seúl.

Si un inversor español compra acciones de Hyundai en la Bolsa de Seúl, los dividendos estarán sujetos a una retención fiscal del 22 % en Corea del Sur. Esta retención puede deducirse parcialmente en la declaración del IRPF en España gracias al convenio de doble imposición entre ambos países, lo que reduce la retención neta a alrededor del 15 %. Sin embargo, el proceso de solicitud de devolución del exceso de retención no está claro, y no sé si existe un convenio específico con España para este caso. Dado que la compra de acciones de empresas japonesas como Toyota y Honda es más sencilla y cómoda, puede ser mejor centrarse en ellas si desea diversificar su inversión en el sector automotriz.

En resumen, invertir en Hyundai a través de la Bolsa de Seúl es una opción viable para el inversor español que desee exposición al sector automotriz global. Aunque no existen ADS para facilitar la inversión en dólares estadounidenses, el proceso fiscal es bastante directo, y la deducción de la retención coreana en la declaración del IRPF simplifica la gestión para los inversores en España.

Otros

La lista de fabricantes de coches es enorme, con muchas marcas internacionales y locales que abarcan una variedad de sectores del mercado automovilístico, desde los vehículos de lujo hasta los eléctricos y deportivos. A medida que vayamos ampliando la web, iremos añadiendo descripciones más detalladas de cada empresa y su contribución a la industria. Mientras tanto, presentamos a continuación una tabla con algunos de los fabricantes más destacados, junto con una breve descripción de cada uno.

Marca Descripción
Ford Una de las automotrices más grandes de Estados Unidos, conocida por su modelo de producción en masa e innovación. Fabricante de vehículos de consumo general y camiones.
General Motors Con marcas como Chevrolet, GMC, Cadillac, y Buick, GM es una de las automotrices más influyentes en América y el mundo, con un fuerte enfoque en la transición hacia vehículos eléctricos.
Nissan Famosa por su tecnología avanzada en vehículos eléctricos como el Nissan Leaf, y por su fuerte presencia global en los segmentos de autos compactos y SUV.
Renault Gran fabricante europeo, también asociado con Nissan y Mitsubishi. Renault tiene una fuerte presencia en vehículos eléctricos, con modelos como el Zoe.
Kia Parte del grupo Hyundai-Kia, Kia se ha destacado por sus diseños modernos y la expansión en el mercado de vehículos eléctricos e híbridos.
Volvo Conocida por su enfoque en la seguridad y la sostenibilidad, Volvo fabrica vehículos de lujo y ha sido pionero en la electrificación de su flota.
Mazda Famosa por sus diseños estilizados y la ingeniería innovadora, Mazda ofrece vehículos que combinan el rendimiento con la eficiencia de combustible.
BYD Una de las mayores marcas chinas, especializada en vehículos eléctricos y baterías. Ha crecido rápidamente en el mercado global de automóviles eléctricos.
Rivian Un fabricante estadounidense de vehículos eléctricos de aventura, centrado en SUV y camiones eléctricos, con un enfoque en el mercado de alto rendimiento.
Lucid Motors Fabricante de autos eléctricos de lujo, centrado en la eficiencia y el rendimiento. Su modelo más destacado, el Lucid Air, es una competencia directa del Tesla Model S.
Polestar Una marca derivada de Volvo, especializada en autos eléctricos de alto rendimiento, con un enfoque en la sostenibilidad y el diseño futurista.
Tata Motors Parte del conglomerado indio Tata, fabricante de vehículos económicos, además de marcas de lujo como Jaguar y Land Rover.

El sector automoción. Imagen creada con Flux.